¿Querían revancha?, la tuvieron. El rival reforzó el equipo pero no pudo con el Defe que volvió a hacerse fuerte en luz y fuerza. Desde el arranque los de Serrago manejaron la pelota y se pusieron al frente: primero con un rebote en el palo que capturó Fede y la mandó a la red; después con un pase en cortada de Juan para el 9 que, previa gambeta al arquero, sumó su segundo y el segundo del equipo. 2-0 en menos de media hora.
Enseguida un error en la salida le dio la chance que el rival no pudo encontrar por sí solo, y llegó el descuento. Pero, como pasó la semana pasada, el Defe no se puso nervioso y encontró el tercero enseguida: remate cruzado, media altura, segundo palo, con la firma del negro Vázquez. Terminó el primer tiempo con un cómodo 3-1.
La segunda etapa se puso más complicada, y alrededor de los 20 minutos llegó el 3-2, con una definición notable de nachito Oesterheld. Llegó el cambio de aire, pero el Defe no se asentaba y tuvo que sufrir: dos tiros en el travesaño, y se venía la noche.
Pero con picardía, jugándola rápido después de una discusión, llegó el cuarto, por el Flaco Mignone. No hubo tiempo para más, terminó el amistoso con otra victoria, la tercera consecutiva para Defensores de Agronomia.
El balance post partido fue satisfactorio. La capacidad artillera del Defe dejó tranquilo tranto al equipo como a los hinchas que se acercaron al estadio de Segurola y Remedios de Escalada (si señores, el Defe ya tiene hinchada). Pablito volvió a tener un par de intervenciones importantes, la defensa estuvo estable y celebró la vuelta de Román a las canchas y el mediocampo tuvo mucha marca y momentos de muy buen fútbol.
Ahora, a festejar. Y a partir de mañana a pensar en lo que viene: la victoria de hoy dejó claro que se terminó un ciclo de amistosos y tiene que empezar otro. El miércoles en Ciudad volveremos a ver flamear las banderas blanquinegras.
19 de mayo de 2007
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